Se trata de la utilización de ciertas sustancias químicas sobre la piel para renovar sus capas y eliminar imperfecciones. Pueden ser superficiales, medios o profundos
Los primeros sirven para dar luminosidad a la piel y cerrar sus poros. La aplicación de este procedimiento no afecta a la vida social del paciente, que puede reintegrarse inmediatamente a su vida normal. El compuesto químico suele ser de ácido glicólico y tricloroacético al 10-15%.
En los de tipo medio se usan soluciones de tricloroacético al 35-50% y otras a base de fenol. Descaman la piel en unos días y se acompañan de eritema facial.
Los profundos son a base de fenol. Producen descamación pasados unos días.
El tratamiento mejora las cicatrices y rejuvenece la piel. Reduce la flaccidez, las arrugas medias y las manchas solares. Se utiliza también en el tratamiento del acné y sus secuelas.
Además de los citados, se utilizan también peelings de ácido salicílico, ferúlico, kójico y retinoico.